Uno de los viajes que he realizado mientras el blog estaba “fuera de servicio” ha sido a Egipto. Viajar a Egipto es uno de esos viajes que tenía idealizado desde pequeñita y que por fin se ha cumplido. Os dejo por aquí un resumen de mi primera aventura en el continente africano.

Aterrizaje_Egipto

¿Qué necesito para viajar a Egipto?

Si eres de Europa, además de llevar contigo tu pasaporte y seguro de viaje, deberás conseguir un visado. Este visado se puede conseguir a través de internet, pero yo te recomiendo comprarlo directamente en el aeropuerto con dinero en efectivo ya que es un proceso más rápido y directo, in situ. Ese visado es una pegatina en tu pasaporte que sellan y cuesta 25€ (sí, puedes pagar allí mismo con euros).

¿Dónde se encuentra el stand donde te compras el visado?

Yo bajé en el aeropuerto de Hurgada (una escala, porque luego desde Hurgada cogí el vuelo a El Cairo) y nada más salir del túnel del avión encontré un puesto donde ponía ¨Visa¨. En el aeropuerto del Cairo puedes buscar ¨Bank Cairo¨ o ¨Bank Egypt¨ y comprar tu visado ahí.

Del resto de papeles no te preocupes mucho, como te digo, contrata un seguro y en el mismo avión te dan unos papeles a rellenar (por un lado los papeles están en árabe y por otro en inglés, el rosa es para extranjeros y el verde para personas con nacionalidad egipcia). En mi caso, estos papeles fueron: La declaración de que no tienes Covid y recogida de tus datos personales junto con la dirección postal de en qué lugares estarás alojándote durante tu estancia en Egipto.

Una vez llegas a la zona de control de entrada, según el día las colas pueden ser muy largas o durar breves minutos, según la suerte que tengas ese día.

Respecto al idioma, te puedes entender con ellos en inglés más o menos. Y en cuanto al dinero, allí utilizan Libra Egipcia o EGP, que equivale a 0,052 euros (esto en julio de 2022). Por cierto, ¡no olvides llevar ropa de abrigo aunque vayas a Egipto! El desierto es muy frio por la noche.

¿Cómo organizar tu viaje a Egipto?

Egipto no es solo El Cairo, aprovecha para visitar distintos puntos del país. En mi caso, visité varios pueblos y ciudades con la compañía de una persona local: mi amiga Carine. Fue una gran ventaja ya que ella conoce el idioma, sitios que de otra manera no se te ocurriría visitar, sabe conducir por la zona, etc. Sí, sí, conducir un coche por Egipto no es algo sencillo, hay gente cruzando a pie la autopista, camiones transportando neumáticos o naranjas de una manera de dudosa seguridad (o algunos animales, como vacas), constantes sonidos de claxon y adelantamientos por todos lados (sobre todo en El Cairo y Alejandría)… Pero, ¡todo esto es también parte del encanto del país!

Ahora, me gustaría compartir contigo mi experiencia personal, qué itinerario seguí, cómo lo hice y cuáles son mis recomendaciones principales.

Mar_Alejandria

Viaje de una semana a Egipto (bueno, 7 días y pico)

Haciendo uso de mi comparador de vuelos favorito (Skyscanner), encontramos una combinación de vuelos interesantes para enero de 2022. El itinerario fue: Salir de Múnich a Hurgada (Hurghada) y terminar en El Cairo mediante escala. Para volver, volvimos directamente desde Hurgada a Múnich (así pudimos disfrutar de la playa a orillas del Mar Rojo).

Día 1 – Llegada a Hurgada:

El primer día, tras ser timados por primera vez (en otro post os explico mejor y os cuento algún truco para regatear y evitar, en lo posible, ser timados), llegamos a El Cairo y nuestra amiga vino a recogernos en coche (menos mal porque usar los autobuses públicos de El Cairo es una locura) para llevarnos hasta su casa donde nos quedaríamos los primeros días.

Allí nos esperaban los primeros manjares egipcios que probaríamos: la sopa molokhia (moloheyaa o yo digo molojeya), palomas estofadas y otros tipos de comida casera. Ese día también nos pasamos por una sucursal de Vodafone donde compramos tarjetas SIM para tener internet por allí (a 10€ la tarjeta) y probamos otros platos como: Asab (también “Gasab”, bebida de zumo de caña) y kunafah. Aqui mi post sobre comida egipcia.

Día 2 – Pirámides de Giza, momias y navegar en ¨felooca¨:

9Pyramids_Lounge

Tuvimos la suerte de que nuestra amiga egipcia contaba con coche y nos pudimos mover muy fácilmente por los alrededores de El Cairo. Como a una hora en coche empezamos a ver camellos por la carretera y más tarde las pirámides y la esfinge.

Nos pusieron varios problemas para entrar y no nos hablaban de manera educada (menos mal que nuestra amiga sabe árabe y pudo manejar la situación). La cosa mejoró cuando se unió a nuestro grupo el guía que habíamos contactado. Ir con guía fue genial, Sherifa nos contó datos muy interesantes sobre la zona y fue muy amable (si te interesa te puedo poner en contacto con él, aún conservo su número de teléfono).

Una gran recomendación si vas a ver las pirámides de Giza: Puedes desayunar viendo las pirámides si visitas el bar 9 Pyramids Lounge, un desayuno de 175 EGP por persona (9 euros), contiene: Queso feta, falafel, tahini, fava beans, té, etc. Aquí, a cambio de una pequeña propina, puedes ver en directo cómo preparan el típico pan de la zona. Las vistas son insuperables y si has leído El Alquimista, de Paulo Coelho, te acordarás del libro al ver esto.

Todo muy bien con el guía, pero también es verdad que los guías allí te llevan a sitios que no has pedido o no te han preguntado si quieres ir allí. Este nos llevó a la tienda de perfumes de la familia Al-Fayed (sí, los de Dodi Al-Fayed) y ahí nos dieron una charla sobre la importancia de los caros perfumes. El que me pareció más interesante es el ¨Blue Lotus¨, la esencia que se supone que aplicaban también durante las momificaciones (por eso dicen algunos dicen que huelen bien y que son suaves).

Al terminar la visita por la zona de Giza, conducimos hasta el museo de las momias, que también recibe el nombre de “The Egyptian Museum”. En mi opinión, un museo súper interesante en el que te recomiendo pasar al menos una mañana o una tarde (yo no lo hice y me arrepentí muchísimo). Si de verdad te interesa la egiptología o directamente las momias, es una visita obligatoria.

Después del museo, navegamos por el río en faluca o ¨Felooca¨ (felucca), una embarcación típica de allí. Más tarde cenamos en un sitio muy egipcio según la gente local llamado “el Brens” (comida muy auténtica) y tomar el postre en “Vasko”. Como ya he dicho, íbamos en coche y con gente local, así que igual es mejor no ir al primer sitio por tu cuenta y mejor comer en sitios más turísticos, por si acaso.

Día 3 – Alejandría:

Qatibay_Citadel

Para visitar Alejandría fuimos en un coche privado pero volvimos en tren. Nada más llegar a Alejandría compramos los billetes de vuelta a El Cairo en ventanilla pagando 100EGP en metálico (por internet no encontramos la manera de hacerlo) y dentro de Alejandría nos movimos en taxi (los colores son como los de Barcelona).

En resumen: Me decepcionó, no merece mucho la pena (en mi opinión, por supuesto). Es la ciudad donde me sentí menos segura. Obviamente, de la famosa biblioteca y el famoso faro no queda nada (incendios, terremotos…) y la nueva biblioteca no es nada que merezca la pena ser visitado. Lo que sí me gustó fue que vi muchos gatos y allí, por lo general, los cuidan muy bien y los respetan.

Visitamos la Ciudadela de Qaitbay, donde sí merece la pena entrar. También me gustó el sitio donde cenamos: El Club Griego (la mejor sopa de pescado que he probado en mi vida). Habíamos oído hablar sobre una heladería llamada Azza, donde supuestamente tienen un helado de siete sabores. El helado fue una mala idea, no te pierdes absolutamente nada por no probarlo.

Una vez en el tren un hombre se ofreció a ayudarnos a girar el asiento del tren a cambio de una propina. Le dijimos que no, girar el asiento no es tarea difícil y vuelta a El Cairo. Lleva un pañuelo o un jersey para taparte, en los trenes suele hacer frío porque ponen el aire a tope.

Día 4 – El Cairo:

Mercado_Egipto_Khan_Khalili

Último día en la capital egipcia. Decidimos conducir hasta La Ciudad de la Basura (City of Garbage) y visitar una iglesia cristiana construida dentro de una cueva (conducir por ahí es mucho más difícil que en otras zonas). Esa iglesia recibe el nombre de El Monasterio de San Simón o La Iglesia de la Cueva.

Aprovechando el viaje, hicimos otra parada en La Ciudadela y visitamos una de las mezquitas que hay en su interior. Es una visita recomendable y además no muy lejana a la siguiente parada: El Mosky y el mercado de Khan el Khalili. Seguro que ya has visto alguna foto de este lugar, un mercado donde comer y hacer una parada en el salón de té “El Fishawy”, ¡prueba el té con limón y menta!

Eso sí, es un mercado muy estrecho y es muy difícil hacerlo por esa zona sin golpear a la gente con el coche, intenta llegar de otra manera hasta allí o aparca algo más lejos. Mientras conduces por allí en lo que se supone que es una carretera normal puedes llegar a conducir al lado de burros, ovejas y motos con 3 pasajeros, para que te hagas una idea.

Cenamos en un sitio con vistas: la azotea o rooftop del hotel Novotel. Desde esa terraza puedes ver el Nilo y los barcos de fiesta que flotan en él, además de muchos mosquitos. Esa noche nos preparamos para el siguiente viaje largo: Unas 12 horas en autobús para llegar a Luxor.

Día 5 – Luxor:

Templo_Karnak

Contratamos este autobús con la compañía Go-Bus (la reserva se puede hacer por internet), trayecto El Cairo (Nasr City) – Luxor por menos de 10 euros. Para llegar a la estación, los padres de nuestra amiga nos acercaron en coche. El autobús se averió a las 2AM en medio del desierto (qué frío es el desierto por la noche, lleva ropa de abrigo también a Egipto). Cuando llegó el bus de sustitución paramos sobre las 4AM en una estación de servicio donde muchas personas fumaban shisha y los baños protagonizaban una dudosa higiene.

La parada final fue Luxor. Cogimos un taxi para ir al hotel pero nos llevo hasta el río, ya que solo puedes cruzar en barca. Otro consejo si te vas a alojar en Luxor: Procura reservar el hotel en la orilla del río donde estén las cosas que te parezcan más interesantes y no en la otra, así ahorrarás tiempo y dinero en cruzar el río todos los días.

Nos alojamos en un hostel llamado Luxor Old Nile Hotel. Al llegar nadie nos abría la puerta, una puerta custodiada por dos cabras de verdad. Al cabo de varios minutos nos abrió una señora muy amable y nos dijo que esperásemos a su hijo. Al final todo salió bien y recomendaría este alojamiento. Salió por 5 euros la noche, fueron súper hospitalarios (hoguera para charlar todas las noches, nos dejaban su barca para remar en el estanque e incluso nos quisieron invitar a una boda).

Esa tarde visitamos el templo de Karnak. Mucha gente allí se ofrece a ser tu guía personal diciendo que son egiptólogos. No sé decirte si lo son realmente, pero por una propina merece la pena pagar a una de estas personas y aprender sobre Amon Ra, Ramses II y Hatshepsut, jeroglíficos, escarabajos y demás familia. Si pagas también a otras personas que te lo piden directamente (unas 100EGP está bien), te dejan ver zonas que no dejan acceder de otra manera. En fin, la historia diaria en Egipto.

Para cenar decidimos entrar al pueblo de Luxor y probar el pollo shawarma en un restaurante. Algunas noches hay espectáculo de luces en el Templo de Karnak, pero como íbamos justos de tiempo preferimos visitar el menos impresionante Templo de Luxor. Además, al día siguiente había que madrugar mucho por nuestro viaje en globo.

Día 6 – Globos aerostáticos, Valle de los Reyes, Hatchepsut y Medinet Habu:

Globos_Aerostaricos_Valle_Reyes

Nos levantamos a las 4AM y nos pusimos muchas capas de abrigo porque ya nos avisaron de que iba a hacer mucho frío. Reservamos el viaje en esta web y el precio fue lo equivalente a unos 68€ por persona (sale más barato volar en globo en Egipto que hacerlo en la Capadoccia) y además incluye transporte más tarde a dos templos más (pero no incluye la entrada a los mismos).

Al realizar la reserva pones el nombre de tu hotel y te pasan a buscar en furgoneta. Fuimos recogiendo a otras personas por el camino y finalmente llegamos al punto de encuentro donde se estaban hinchando los globos. Nos distribuyeron en las cestas y el globo aerostático se elevó para que, desde las alturas, pudiésemos ver el amanecer bañando el Valle de los Reyes. ¡Merece mucho la pena!

Después de eso, nos volvieron a recoger en el hotel para llevarnos al Templo de Hatshepsut. Más tarde, nuestra guía nos dijo que las tumbas que más merece la pena visitar son las de Ramsés II (llena de colores), Ramsés IV y Merenptah. Te recomiendo que hagas lo mismo, porque la entrada solo te cubre ver tres cámaras fúnebres (aunque si vas con tiempo, te apetece y no te importa pagar más, aprovecha e intenta verlas todas). Dicen que la tumba de Tutankamón no merece la pena y se paga aparte.

Al igual que nos pasó con el guía de hace un par de días, también nos llevó a una parada que no habíamos pedido: un taller de alabastro. Fuimos educados y bebimos el té con menta de cortesía pero nos fuimos sin comprar nada.

Por una propina extra, la guía nos dejó en el templo de Medinet Habu, una parada que merece mucho la pena ya que es un templo al aire libre que conserva muy bien los colores en algunas partes y está muy cerca de la otra atracción también muy turística llamada Los Colosos de Memnon.

Desde allí, nos montamos en un microbús que paramos en mitad de la carretera y volvimos a la zona de las barcas donde cruzar el río de nuevo. Los microbuses en Egipto son un medio de transporte local que, segun los mismos locales, ocasionan muchos accidentes, así que no es un medio de transporte muy seguro aunque barato. De nuevo en Luxor probamos el plato típico “Koshaari” (en el restaurante “Koshari Alejandrino”, delante de un sitio llamado “Zara”), muy rico y saciante. De postre unos ¨tulumba¨, un “Om Ali” y contemplar el atardecer en el río Nilo.

Día 7 – El Gouna:

Mar_Rojo_El_Gouna

Cogimos un Go-Bus Luxor-Hurgada (unos 145EGP por persona). Cuando llegamos a Hurgada cogimos un taxi (antes de montar cerramos el precio con él) y llegamos a El Gouna (es importante tener reservado el hotel antes de llegar para poder entrar al complejo vacacional). El viaje es un poco paliza.

Comimos (en el restaurante tailandés The White Elephant, también probamos un restaurante griego muy rico y puedes comprar pizza en la playa) y tomamos un poco el sol para después ir a La Marina andando.

Día 8 – Mar Rojo y vuelta:

El desayuno buffet de nuestro hotel fue fantástico (Sultan Bey Hotel con piscina, barco que te lleva gratis al otro lado de la playa y desayuno incluido). Nos bañamos en la piscina y después nos montamos en un barco por el que no había que pagar nada para llevarnos a la orilla del Mar Rojo donde bañarnos.

Volvimos en el mismo barquito y nos preparamos para ir al aeropuerto (también en taxi con el precio cerrado de antes, aunque este nos timó y nos pidió más dinero porque dijo que llevábamos más equipaje de lo que pensaba). Montamos en el avión, hicimos escala en Turquía y llegamos a Múnich.

Fue un viaje muy completo pero, por supuesto, dejamos muchas cosas pendientes para visitar la próxima vez, como por ejemplo Abu Simbel o el Monte Sinaí. Espero que te sirva para preparar tu próximo viaje a Egipto, no dudes en escribirme o dejarme un comentario si tienes alguna pregunta.

Mientras tanto, te dejo por aquí más información sobre cómo evitar estafas en un viaje a Egipto y qué comer y dónde comer en Egipto.